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En la búsqueda por saber cómo pensamos detenidamente, día a día estamos insertos en diferentes grupos sociales, compuestos por sujetos con los cuales debemos convivir, por lo tanto, para generar un ambiente que propicie una buena relación interpersonal en una comunidad, quienes la conforman deben tener muy claro, que tanto el respeto como la solidaridad son dos valores imprescindibles para que la convivencia armónica sea posible. En los casos presentados se encontró no solo personajes que cumplían la función de representantes de las comunidades campesinas, sin velar por los intereses de éstas, sino también la ausencia de objetivos colectivos claros y armónicos que guíen su accionar. En este contexto el Estado, si bien tiene como fin último promover que los derechos de los ciudadanos se respeten por igual, las políticas implementadas por los últimos gobiernos carecen de acciones que apunten a fortalecer a la comunidad local para que ésta cuente con interlocutores verdaderamente representativos; por otro lado, el Estado ha delegado responsabilidades al sector privado de la industria minera en cuestiones vinculadas al desarrollo y le otorga mayor poder político y menor margen de regulación. Eltérmino "convivencia social entre la comunidad y un proyecto minero" denota que la problemática tiene un fuerte componente relacionado con el temor de la población local a que su territorio resulte afectado por la actividad minera. Sin embargo, los estudios del caso indican que esta preocupación va más allá de lo moderadamente ecológico, a pesar de que esté en juego el aire que respira, sus recursos, el lugar donde vive y, sobre todo, un tema cultural. Así, en los tres casos se ha encontrado población a favor de la inversión minera, que aspira a conseguir trabajo en la exploración, implementación y operación o talvez, generar algún negocioque le permita mejorar su economía familiar. Un problema ambiental eventual podría comprometer entonces las actividades agropecuarias que en algunos casos sirven de sustento familiar, esto sería el detonante para el estallido de una crisis; mientras tanto, las empresas emprenden acciones de comunicación para cambiar la imagen que la población afectada tiene sobre la minería, ¡¡¡ partiendo del supuesto de que los conflictos se devana una ausencia de información sobre Jos peligros reales (o la ausencia de ellos) en la "nueva minería". Las percepciones se construyen durante toda la historia de la relación, por lo cual el inicio de ésta se convierte en un episodio fundamental. En este sentido, se encontró que las exploraciones mineras entablan una relación con poblaciones que no tienen conocimiento alguno sobre minería y que, debido a sus perentorias necesidades, se generan prontamente falsas expectativ.as sobre los posibles beneficios que pueda dar una unidad minera en su territorio. Este mal inicio incrementa el descontento de la comunidad durante la convivencia y hace que se acumule resentimiento. De ahí que, aún cuando en Jos casos estudiados no se ha registrado una situación de enfrentamiento que llegue a la violencia, sí se ha apreciado un clima de tensión a causa del mal manejo del conflicto por ambas partes. La comunicación como un proceso social que tiene como objetivoel entendimiento mutuo de Jos interlocutores, nos encontramos frente a una situación particularmente compleja donde no sólo comunican las intenciones, motivaciones y habilidades que tiene la empresa y la comunidad, sino también los vínculos que se tejen entre ambos producto dela relación. De esta manera, si bien la empresa minera y la comunidad local son formalmente pares, en la práctica uno tiene una serie de ventajas que el otro que favorece una relación de poder entre ambos que condicionará el proceso comunicativo necesario para la toma de decisiones |
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